Por: Sebastián Astroza, Investigador CEDEUS y Académico del Departamento de Ingeniería Industrial UdeC.

Canal 13

Hace unos días el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT) anunció el “Plan de Movilidad y Ciudad para la Etapa de Desconfinamiento” dentro de la estrategia “Paso a Paso” elaborada por el Gobierno. Este plan es sin duda una buena noticia: nos hace conscientes de que la pandemia ha impactado fuertemente los movimientos de nuestras ciudades y que su efecto estará con nosotros por un largo período. No somos especialistas en epidemiología y por lo tanto no me compete opinar acerca de los tiempos en que ocurrirá el desconfinamiento. Son las autoridades las que deben evaluar las condiciones adecuadas para reactivar la ciudad, y confiamos sea en base a la evidencia y con la asesoría de especialistas. Sin embargo, es importante mirar en detalle y de manera crítica las medidas propuestas en movilidad para el Gran Concepción.

La bicicleta es un modo de transporte que se posiciona como una alternativa fundamental en la vida durante pandemia. Es un modo económico, personal y eficiente en tiempo y espacio. No es coincidencia la instalación de ciclovías temporales en algunas comunas de Santiago y en ciudades como Rancagua y Arica. El plan del MTT por fin anuncia ciclovías temporales para nuestra ciudad, sin embargo, son sólo 17 kilómetros y únicamente para dos comunas: Concepción y Lota. Es importante recordar que el Gran Concepción no tiene una red de ciclovías; tenemos kilómetros de ciclovías construidas que no precisamente se conectan entre ellas. Por lo que se torna trascendental determinar dónde específicamente se instalarán las ciclovías temporales y potenciarlas en lo posible.

Si bien algunos consideran al automóvil y su capacidad de aislamiento como la solución a la movilidad durante la pandemia, lo cierto es que la infraestructura vial de nuestra ciudad nunca ha sido ni será capaz de albergar a cada persona usando transporte privado. Además la mayoría de los hogares del Gran Concepción no poseen automóvil, especialmente los de menores recursos que son los más impactados por la pandemia. Los datos han mostrado también que los trabajadores de hogares de bajos ingresos no tienen acceso a teletrabajo y se ven obligados a trabajar de forma presencial. Ellos y ellas han sido lo que han mantenido nuestra ciudad funcionando, por lo que es necesario garantizar que puedan moverse a su trabajo de forma segura. Según la encuesta origen destino del Gran Concepción, la mayoría de esos viajes se realizarán a través de caminata y transporte público, mostrando la importancia de priorizar estos modos. Por lo tanto, debemos fortalecer el transporte público y procurar que sea capaz de transportar la mayor cantidad de gente posible respetando las medidas de distanciamiento físico. Desde ese punto de vista el plan de movilidad parecer quedar corto pues indica vagamente “optimizar las frecuencias” sin considerar financiamiento. Además de aumentar la flota, vías exclusivas o segregadas permitirían incrementar la velocidad y de esa manera transportar más pasajeros. Esto sin siquiera mencionar la necesidad de subsidiar la tarifa en un momento de crisis econonómica.

Por último lo más importante: los y las peatones. Debe realizarse una reasignación del espacio público, otorgando a los peatones el espacio suficiente para moverse. Hemos visto en otras ciudades del mundo cómo se han ensanchado veredas y cerrado calles para permitir la circulación de personas caminando e incluso extender el área de servicio de tiendas, restaurantes, cafés y bares.  En ese sentido, las 10 cuadras de paseos peatonales- todas en Lota- o las 13 cuadras de ampliación de aceras parecen insuficientes, y el nombre del programa del Gobierno muy adecuado: este es un desafío que debemos tomar paso a paso.